sábado, 5 de noviembre de 2011

En algún momento

¿Cuándo ocurrió? que no me di ni cuenta.
¿Cuándo escribir se convirtió en un gran esfuerzo, con cuyo resultado no suelo quedar satisfecha?
No solía... nunca solía ser así.
Normalmente, sólo necesitaba un trozo de papel (o un teclado)
y algunas palabras que disponer a mi antojo. Para crear magia.
Ahora, apenas puedo, apenas sé expresar lo que quiero decir
y, cuando lo consigo, es como si...
es como si, aún diciéndolo, no hubiera dicho nada. Como si, en realidad, sólo fuera una excusa,
una careta bajo la cual se esconde el verdadero significado.
Un significado desconocido, incluso para mí.

No hay comentarios: