sábado, 2 de marzo de 2019

Cincelados en el tiempo

Por fin, después de mucho tiempo, he decidido dejar(te) atrás. Será fácil, nisiquiera veo ya tus huellas en el sendero, pues hace mucho que tú recorriste este camino.
Tendré que dejar de reservar esos lugares a los que no he querido volver, porque eran nuestros, ver esas series, comer en esos lugares, norias, musicales, viajes al Magreb.
Al principio sabrá a traición y, en parte lo serán, como son todas esas promesas rotas que nos hicimos una vez, congelados en el tiempo, cincelados en el tiempo. Y sé que tacharé lineas con mi sangre, y quizás, probablemente nunca vuelva a hacer listas que acabar. Porque pesan.
Porque en la vida real no existen puntos de guardado, no puedes elegir las partes que quieres mantener y reemplazar grabando encima, hasta que funcione. Porque hay cicatrices que te lo recuerdan, hay risas que te lo recuerdan, porque yo a veces también me lo recuerdo. Y te recuerdo.
Supongo que ha llegado el momento de dejarte atrás. Ojalá pudiera preguntarte cómo lo hiciste tú, pero ya nisiquiera veo tus huellas en el camino.