sábado, 2 de diciembre de 2023

Mi máquina del tiempo

 Hay gente que no cree en las máquinas del tiempo, no piensa que sea posible que existan ni puedan existir, pero no es verdad. No lo es. Podría decir que yo tengo una, pero estaría mintiendo, porque no tengo una pero sé que existe, porque no te tengo, pero tú siempre has sido mi máquina del tiempo.

Sólo tengo que abrir esa conversación que viste tu nombre, mientras acaricio la madeja de hijo rojo que nos une desde hace casi 20 años. Te saludo, me saludas, sé que sonríes, yo también sonrío y hablamos ¿y sabes qué? sólo hace falta eso para que mágica, milagrosamente, vuelva a los 22 años y estoy en la Universidad y hacemos planes para vernos, el próximo verano, en El Cairo. Y hablamos de dónde iremos, de cuándo o dónde nos veremos, y tú estarás celoso y yo no entenderé por qué, si sé lo especial que eres para mí (aunque aún no me haya enamorado). Bromeamos, reímos, hablamos sin parar, tanto como nos permite el tiempo, sin saber que para otros el tiempo se acaba, pero para nosotros es (y siempre será) eterno. Porque nosotros, con 35, 37 ó 40 seguiremos teniendo 22, sólo hace falta acudir a ese móvil dónde duerme nuestra máquina del tiempo.

Nadie sabrá entonces, como nadie sabe ahora, que pasarán casi 20 años (y quién sabe cuántos más), y el hilo rojo nunca se romperá. Hará falta una pandemia, años después de que me despidiéramos en el aeropuerto y volveremos a hablar, primero preocupados por la situación, después alegres de haber tenido ese motivo para volver a saber del otro, rompiendo un vacío sordo, inmenso y totalmente innecesario (al menos, para nosotros dos). Y desde entonces, buscaremos excusas, escondites, rincones secretos, para acudir a nuestra máquina del tiempo. Y, quizás el próximo verano, cuando tenga veintitantos, podamos volver a la Plaza Tahrir, a comer dátiles junto al Nilo, a pasear durante horas mientras el día se confunde con la noche y, la noche, con el alba. Y celebraremos mi cumpleaños subiéndonos a los leones que guardan Qasr el Nil, ante la atónita mirada de transeuntes y espectadores, y comeremos farfoura mientras me animas a perseguir mis sueños, y tomaremos zumos de mango y taxis negros hacia el parque de Al-Azhar. Quizás entonces podremos hablar del futuro, la próxima década, cuando cumplamos los 30. O quizás entonces queramos hablar del pasado, cuando casi casi cumplimos los 30.

Sé que suena lejano, incrédulo, imposible, pero yo sé que volveré a verte. No sé cuándo ni dónde, pero nos veremos. Quizás entonces, dejaré de tener alguna edad inconcreta entre los 22 años, como la primera vez que hablamos, y los 28 años, como la última vez que nos vimos. Quizás entonces, cuando te vuelva a ver, creas en lo que te dije en nuestro último viaje en el tiempo.


martes, 20 de diciembre de 2022

miércoles, 30 de noviembre de 2022

lunes, 21 de noviembre de 2022

Incandescente

 Como cuando alguien ya casi inerte,

casi rendido, casi ido, inesperadamente

boquea, coge aire y abre los ojos de repente.

Así fue cuando me aparté de tu lado,

así como me desperté de esta pesadilla

y tal que así volví a la vida,

llenando los pulmones de aire

los labios de ganas y los ojos de risas.

Así fue cómo salí de un entorno laboral tóxico

que durante algo más de un año

me quitó de todo un poco,

cada hora de cada día de cada mes,

poquito a poco, poquito a poco

hasta sumergirme en un letargo oscuro y viscoso.

Pero aquellos que no me tuvieron en cuenta

tampoco tuvieron en cuenta...

la llama que siempre arde, que ilumina, que caldea,

la llama que, en tu descuido, prendió fuego de dentro hacia fuera,

la llama que inundó todo con su luz,

la llama que arrasó todo con su fuego.

Y al final, cuando me creías hundida,

resurgí de mis cenizas, envuelta en llamas,

como un Ave Fénix incandescente.


PDTA: No te deseo el mal,

tan sólo que recibas en la vida

justo aquello, justito eso que tú das.

Adiós.

lunes, 26 de septiembre de 2022

La Intuición

 

Fíjate de la intuición,

que grita mediante los pellizquitos en las entrañas.

Son los ojos de todo aquello que no se ve.


viernes, 25 de febrero de 2022

El Amor de tu vida

La prudencia en cada frase,

la educación, que es casi lo mismo,

los ojos bonitos, que me dices que tengo,

o esas piernas rotundas e infinitas.

La sonrisa que se alinea,

o las primeras arrugas,

que no fume, que no beba,

que mi droga sea tu risa,

la física, la química,

o la magia del encuentro,

todo da igual, al final no importa,

sea como fuere, por más que lo intente,

nunca soy el amor de tu vida.