jueves, 30 de enero de 2014

"Amanecer" - Paco Chorobo



Porque esta canción siempre tendrá un significado muy especial para mí, 
siendo -como es- un fragmento en el universo continuo del tiempo,
un conjunto de instantes que quisiera preservar por siempre en mi memoria.
Gracias Paco, por todo.

Cacahuetes

Cacahuetes tostados.
Cacachuetes crudos.
Cacahuetes pelados.
Cacachuetes sin pelar.
Cacahuetes secos.
Cacahuetes sin recoger.
Cacahuetes con miel.
Cacahuetes con chocolate.
Cacahuetes con chocolate (y colorantes).
Cacahuetes en crema.
Cacahuetes con Coca-Cola Light.
Cacahuetes en cursiva.
Cacahuetes en negrita.
Cacahuetes de aperitivo.
Cacahuetes a media mañana.
Cacahuetes a secas.
(Posts de) Cacahuetes con retraso.
Cacahuetes contigo.
Cacahuetes de 29 formas diferentes.

lunes, 27 de enero de 2014

Día (...) de las Víctimas del Holocausto


El Holocausto, afortunadamente, acabó hace décadas
(aunque nunca debería haber pasado).
El Genocidio del pueblo palestino sigue ocurriendo a día de hoy.
No nos olvidemos de los que no tienen voz, para alzarla y contar las atrocidades que se siguen cometiendo.


Tinieblas

Hay fuegos que no brillan sino en la oscuridad.
No maldigas, por ello, a la luz,
que te mantiene lejos de las tinieblas que te dan calor.

A veces, hay que elegir.
A veces, hay que inclinar la balanza,
aunque sea hacia el lado erróneo.
(Nota: en seguir los instintos, no hay error)

Indiferencia


"Lo contrario al amor no es el odio sino la indiferencia.
Lo contrario al arte no es la fealdad, es la indiferencia.
Lo contrario a la fe no es la heregía, es la indiferencia.
Y lo contrario a la vida no es la muerte,
es la indiferencia."

- Elie Wiesel

domingo, 26 de enero de 2014

Aviones fugaces

Hoy, cuando iba en el coche y he mirado por la ventana, he visto la estela que dejaban tres aviones en paralelo, alguno más adelantado que el resto. He recordado entonces cuando, en el colegio, decían que si veías aviones en el cielo significaba que alguien estaba pensando en ti. Y no es que me lo creyera, pero pensar eso a aquella edad, solía alegrarme el día. 
Hoy, sin embargo, al mirarlas se me han antojado rebeldes estrellas fugaces, que preferían brillar a la luz del sol. No he pedido ningún deseo, aunque debería. Debería haber pedido Podría haber pedido tantas cosas... como un trabajo, que el sol brillara toda la semana, volver a ver aunque fuera en sueños a esas personas a las que echo tan increíblemente de menos, motivación y constancia, buenas noticias...
O que fueras la persona que estaba pensando en mí.

Aún así

Me preguntabas hoy por el vidrioso efecto de mis ojos.
No supe qué contestarte, creo que las palabras adecuadas se me habían quedado atragantadas a medio camino, hacía rato. Sin embargo, en vez de toser para limpiar mi garganta de las letras trabadas en el gaznate, ellas decorosas pero indiscretas, queriendo ver la luz, subieron, dejando un rastro de silencio a su paso.
No supe qué contestar, aún así.
¿Qué podía decir en tal situación?
¿Qué podía decir que no fuera tan siquiera evidente?
¿Que sentía alivio? ¿tristeza? ¿algo de frustración? ¿O que era la efímera felicidad de algo que se sabe recuperado, aún a sabiendas de que, como la vida, la necesidad de la compañía ajena elegida meticulosamente, puede cesar en cualquier momento?
Aún así, no supe que contestar.
Porque la respuesta a según qué preguntas han de ser contestadas con el corazón en la mano o guardar silencio en duelo por todo aquello que nunca pronunciarán mis labios. Sinceridad absoluta o silencio. Sinceridad absoluta o silencio. Sinceridad absoluta o silencio. Sinceridad absoluta o... decirte que la triste y fingida serenidad de toda la tarde, las sonrisas a medias, las bromas sin gracia, no eran más que una malla que me mantenía de una pieza, intentando ocultar la vulnerabilidad que me producía la pérdida en la que estabas a punto de convertirte. Y cuando por fin dejaste a un lado la indiferencia y me miraste, viéndome, después de tanto, tanto tiempo, fue tu mirada la que quebró la malla de metal que me recubría. Porque hasta entonces, no podía decir que te iba a echar terriblemente de menos cuando, esta misma noche, te marcharas de mi vida. Porque hasta ese momento, no estaba segura de que siguieras ahí.
Es por todo ello que no supe qué contestar.
Aún así.
Aún.

sábado, 25 de enero de 2014

La Memoria - Vals con Bashir

- ¿No es peligroso? Tal vez descubra cosas que no quiero saber sobre mí mismo.
- Al contrario, será bueno: descubrirás cosas importantes que deseas saber. Las personas no vamos a lugares en los que en realidad no queremos ir; los seres humanos tenemos un mecanismo que nos impide entrar en lugares sombríos. La memoria nos lleva a donde necesitamos ir.

- Un Vals con Bashir

Cuando el Sol se va

Hay fuegos que no brillan sino en la oscuridad.
Y hay fuegos que no están hechos para alumbrar,
sino para dar calor. 
Hay otros que lo que tienen de belleza
lo carecen de utilidad. 
Hay fuegos que queman por su cercanía
y fuegos con cuyo recuerdo son capaces de quemar.
Que el sol no sea motivo de lamentaciones,
pues cada fuego, en su capacidad, es más que suficiente 
para desafiar a la oscuridad que deja aquel cuando se va, 
para dar calor cuando aquel se va,
para hacer que la mariposa baile, feliz, cuando aquel se va,
pues, a fin de cuentas, el Sol para la mariposa
- que no puede atravesar el Ozono y acercarse a él -
no es más que un dios pagano, un amor imposible,
el inalcanzable astro, que quema tanto
que a veces le hace olvidar la razón de su aleteo.

martes, 21 de enero de 2014

Aleteo constante

...A veces no importa, querido Ben Sahl, lo cerca que esté el fuego ni lo rápido que mueva sus alas. Es probable que la mariposa aún no sepa, que cuanto más rápido aletee, más avivará las llamas...

Nuestra labor

"Ah, nosotros hombres y mujeres somos como cuerdas en medio de diferentes fuerzas que nos tiran de diferentes rumbos. Entonces vienen las lágrimas; y como la lluvia sobre las cuerdas nos atirantan, hasta que quizá la tirantez se vuelve demasiado grande y nos rompemos. Pero la reina risa, ella viene como la luz del sol, y alivia nuevamente la tensión; y podemos soportar y continuar con nuestra labor, cualquiera que sea."

- Drácula por Bram Stoker

martes, 14 de enero de 2014

Pasar tiempo contigo

Pasar tiempo contigo me gusta.
Cobra sentido, a veces, a ratos, cuando me "robas" zumos de melocotón, porque sabes que es el que me gusta. O cuando duermes poco para acompañarme, un lunes cualquiera, a echar papeleo, sin tener siquiera que pedírtelo. Tampoco importa mucho a dónde vayamos, en el fondo es un alivio saber que estás ahí. Aunque no vengas. Aunque no estés (porque en cierta manera, aunque no te vea, estás ahí).
Pasar tiempo contigo me hace bien.
Eso, creo, ya lo sabes. Eso, creo, te gusta (pero no te acostumbres).

Y aunque tú seas más de causalidades y yo de casualidades, en el fondo, no importa demasiado.
Porque me gusta cuando ordenas los pelitos de mis cejas.
Y cuando me das furtivamente un beso en la mejilla.
Y también cuando sueltas algunas de esas bromas sin gracia y ríes con ganas.
Porque tu humor no me gusta, pero verte reír me encanta.
Y entonces están esos hoyuelos que te salen en ese pliegue, entre la nariz y la comisura de tus labios. Y creo que eso es lo que más me gusta de tu cara. Incluso más que tus ojos, por muy extraño que te resulte que a alguien pueda gustarle algo de ti más que tus ojos.
Ya ves. Será que yo, no soy como el resto.
Será que tú, tampoco quieres serlo.


martes, 7 de enero de 2014

Mea Culpa

Vivía mejor en la ignorancia.
Mea Culpa.
Fui yo quien decidió, 
por su propio pie y mano,
girar el pomo, empujar la puerta, cruzar el umbral
de un lugar al que no fui invitada.
Mea Culpa.
Completamente.

A Sus Majestades, los Reyes de Oriente




Este año no he escrito carta a sus Majestades, los Reyes de Oriente.
La verdad es que creo, no la necesitaba. Estaba todo en mi cabeza, tanto lo que quería
como lo que no quería. Tanto lo que necesitaba conseguir como aquello de lo que necesitaba desprenderme. Y entre ellos, todo tipo de artículos del más diverso origen y uso.
Sé que este año he debido portarme bien, ni siquiera he necesitado ponerlo por escrito.
Y ya tengo mi libro electrónico, mi antología poética del desconocido J. Sabines y la ilusión de
todo un año que espera, paciente, que le saque partido. 
Este año los Reyes Magos me han traído ilusión, fuerza y risas.
Y una cajita llena de mariquitas de chocolate.
Y pendientes. Y mariposas. Y toda la suerte del mundo.
(Esto debe ser todo aquello que hablan del karma y tal...)
Y una lista de cosas pendientes por hacer. Y las ganas para llevarlas a cabo.
Lo cierto es que este año ya no pido tiritas ni corazones nuevos.
El mío está raído, pero funciona (y, a ratos, me hace feliz). Y está lleno de arañazos y cortes, pero oye ¿qué mejor que esos huecos para usarlos como escondite?
Es uno de esos lugares básicos en los que la gente nunca busca respuestas.


sábado, 4 de enero de 2014

800


Y esta es la entrada
número 800.
Aunque no diga más que eso
y quede llena, 
finalmente,
de vacío y egolatría.


viernes, 3 de enero de 2014

No me importa

No me importa lo que se diga de ellos,
no he conocido la barbarie en sus ojos,
ni la maldad en sus almas.
Y por no ver, no he visto
ni tan siquiera la razón para suscitar
tanto perjuicio.

miércoles, 1 de enero de 2014

Propósitos para 2014




Mi lista de propósitos para 2014 
está siendo elaborada.
Dentro de un año,
será visible aquí
(Vaya a ser que tengan razón
y, si lo cuento,
no se cumplan).


Ea.



Balance de 2013

Haciendo balance de 2013, me siento como podría sentirse aquel que ha saboreado la derrota y la victoria a partes iguales. Ha sido este, el que ya se fue, un año de sentimientos encontrados, de elecciones, de pérdidas y de lecciones, he ganado mucho (muchísimo) y he conocido a gente increíble. Por desgracia, no todos ellos decidieron quedarse en mi vida. Y aquí estamos, comenzando un año nuevo y preguntándome, como cualquier hijo de vecino, qué me deparan los siguientes 365 días. 
Hacer balance no me resulta fácil, pues no sé decidirme, no puedo decidirme, son demasiadas las cosas que me dejaría en el tintero si pretendiera, siquiera levemente, volcar aquí todos esos granitos de arena que a veces formaron dunas de una belleza interminables y, a veces, tan sólo fueron montañas que me cerraban el camino. Y, entonces, aprendí a cavar túneles a través. Y aprendí a dejar atrás a personas que ya habían cumplido su propósito. Creo que esto es lo que peor he llevado y, también, lo que más fortaleza ha podido aportarme (nota: al final, tenías razón. Algún día entendería por qué ya no podías quedarte. Ahora sé que hay que hacer hueco para los que están por venir, para los que sí que quieren tenerme cerca).

2013, a pesar de todo (de todo lo malo, quiero decir) me deja buen sabor de boca. Y es curioso, porque cuando echo la vista atrás, la mayoría de mis recuerdos son recuerdos negativos. Ha sido, sin duda alguna, un año de extremos y he sentido la felicidad más inmensa y la tristeza más profunda. Creo que mi L verde césped salvó el año. Recuperar amistades, salvó el año. Conocer personas especiales (algunos de los cuales, ya no están, pero que en su día me hicieron feliz) y los ratitos que pasamos juntos, me salvó el año. El concierto de Marwan, postpuesto durante años, me salvó el año. Las clases de danza, me salvaron el año. Los ratitos de risas con amigos, me salvaron el año. Ver que podía conseguir lo que me propusiera, si le ponía empeño, me salvó el año (aún sabiendo que probablemente no puse el empeño necesario en algunas cosas). La catarsis que encontré escribiendo, me salvó el año. Y todos esos momentos de paz, bienestar, alegría y satisfacción personal, me salvaron el año.

Para 2014, sólo espero más de lo mismo: ya sea una tormenta en pleno mar o el arcoiris que sigue a una llovizna de primavera, la lluvia es necesaria para que los días de sol puedan cumplir su propósito. Y entonces, tras la ventisca, el frío y unas manos frías como el hielo, volveré a disfrutar de un cielo azul brillante. Y la lluvia (tormentosa o llovizna), entonces, cobrará sentido. Y así seguiremos, en pautas intermitentes de agua y sol, de hielo y fuego, de risas y llantos y, sobre todo, de debilidad y fuerza. Pues en el contraste es, precisamente, donde podemos notar vibrar la vida con fuerza.

Me dejé muchas cosas por hacer, pero oye, así este 2014 será incluso más interesante.
Y antes de acabar, ya sólo me resta apuntar un par de cosas:
Lo primero, este año mi lista de propósitos queda escrita y guardada. Me dijeron ayer que si los contabas, no se cumplían. Pensé que eso sólo era aplicable a deseos realizados ante las velas de una tarta de cumpleaños, una estrella fugaz, una pestaña caída o una mariposa blanca. Y yo boicoteándome todos estos años. Así que quedará con forma de borrador hasta el último día del año (se siente...).
Lo segundo, dar las gracias a todas esas personas que, de una manera u otra, hicieron alguna muesca a mi vida el pasado año. Gracias a los que decidieron quedarse, por voluntad propia. Gracias a los que, ya sea día a día o de vez en cuando, me recuerdan que están ahí y me muestran su cariño. Gracias, en resumen, a todas esas personas que significan tanto para mí... son poquitas, pero valen mucho. Y espero que sigais aquí cuando este año finalice, para que podáis celebrar conmigo todos los logros que tengo planeado conseguir.


Bienvenido, 2014


Porque los lunes y los 1 de Enero,
cualquier batalla parece más fácil de combatir,
cualquier deseo más fácil de cumplir
y cualquier meta más certera, más cercana, "alcanzable" 
y merecedora de todos los esfuerzos necesarios para hacerla nuestra.
Este 1 de Enero quiero desearos a todos
que no sólo tengáis las cosas que anheláis este año, 
sino, sobre todo, las que necesitáis, las que os hagan feliz,
la que os hagan sentir completos,
las que os hagan, en resumen, sentir que este año merece la pena.