Gris

¿Quién me iba a decir a mí
Que me iba a convertir en una persona gris
En un trabajo gris?

Y nisiquiera es un tono bonito de gris.

El cactus

¿Y si el cactus no era un cactus?
¿Y si todo lo que tenía no eran más
Que un millar de espinitas clavadas? 

Tu máxima indiferencia

Porque cuando elevas al cuadrado
Tu máxima indiferencia,
Lo siento pero no,
No voy a formar parte de tu feria
De tu juego de contrastes,
De tu ahora-sí-pero-no
De sentir que llegó siempre tarde.

La ecuación está clara

Querido lector,

Si a tus "yo no soy racista*..." le sigue un pero, déjame decirte que lo eres tanto como el que se enorgullece de no ocultarlo (aunque haciendo el esfuerzo de disimularlo).

Yo no soy (X)* + pero + motivo x prejuicio x ignorancia = Y*


X* Sustituible por palabras como homófobo, machista, etc.
Y* La gente mala es eso: gente mala. Da igual de donde sean, de quien sean o de a quién quieran. 

El precipicio

Maldijimos tantas ciudades a nuestro paso,

Que nuestros gritos aun retumban en sus esquinas.

Nos odiamos tanto en ellas y tan rápido
Que ahora son sólo la tumba de nuestra historia.
Ojalá nos hubiéramos querido con la misma intensidad con que nos enfadábamos.
Y, sin embargo, a pesar de eso, jamás, jamás pensé
Que llegaría un día, que llegaría el día,
En el que escucharía tu nombre y nada asomaría a mis ojos ni a mis labios,
Y diría tu nombre y sabría a pasado
Y diría tú nombre...y ya no sería tu nombre.

Nunca creí que llegaría el día,
Pero ha llegado
(Y nisiquiera recuerdo cuándo fue la última vez que hablamos).
Y me asomo al precipicio como quien se asoma al final de un mundo plano,
Estoy sentada en su borde,
Con una libreta en mis manos,
Una lista en mente
Y una sonrisa en los labios.

Lo siento por ti, 
Porque los dos nos hemos olvidado,
Pero me recordarás cada vez que te muestres ante el espejo del baño.

Cincelados en el tiempo

Por fin, después de mucho tiempo, he decidido dejar(te) atrás. Será fácil, nisiquiera veo ya tus huellas en el sendero, pues hace mucho que tú recorriste este camino.
Tendré que dejar de reservar esos lugares a los que no he querido volver, porque eran nuestros, ver esas series, comer en esos lugares, norias, musicales, viajes al Magreb.
Al principio sabrá a traición y, en parte lo serán, como son todas esas promesas rotas que nos hicimos una vez, congelados en el tiempo, cincelados en el tiempo. Y sé que tacharé lineas con mi sangre, y quizás, probablemente nunca vuelva a hacer listas que acabar. Porque pesan.
Porque en la vida real no existen puntos de guardado, no puedes elegir las partes que quieres mantener y reemplazar grabando encima, hasta que funcione. Porque hay cicatrices que te lo recuerdan, hay risas que te lo recuerdan, porque yo a veces también me lo recuerdo. Y te recuerdo.
Supongo que ha llegado el momento de dejarte atrás. Ojalá pudiera preguntarte cómo lo hiciste tú, pero ya nisiquiera veo tus huellas en el camino.

(Casi) siempre

Unos pendientes de plata,
Una mano de Fátima,
Una pulsera de eslabones,
Una pulsera de bolitas,
Un reloj,
Un collar con casi mi nombre,
Una agenda a llenar de listas,
Recuerdos de todas las vidas que viví,
Y un zorrito de peluche.
Todo lo que (casi) siempre llevo conmigo,
Para que, todo lo demás que me acompañe,
No me hunda los hombros.

Parte del Público

Te escribo desde aquí porque sé que lo leerás, porque se que ya solo queda esto, hasta que algún día tambien desaparezca.
Me alegro por ti pero me entristece por mí.
Porque en esos momentos felices yo me enteré a medias, porque todo a medias es más triste. Porque ya no importa que sea la primera en saberlo, porque mi opinión ya no es ninguna variable en la ecuacion, porque me he convertido en parte del público.
Pero me alegro por ti. Porque sé que es lo que has querido desde hace mucho, empezar de cero, aunque esa vuelta de página me incluya a mí.

#Netflix

A veces, la vida te habla.

Te dice que dejes de ir corriendo

A todos lados,

Qué dejes de trabajar un ratito antes,

De estudiar hasta el agotamiento,

De ver series sin cesar.

A veces la vida te lo dice,

Pero no escuchamos,

Pero no vemos.

Y, entonces, la vida nos deja cartas.

Cuentos

¿Crees en las señales,
En el destino,
En los sueños?

Porque hoy uno de ellos
Me ha guiñado un ojo con sarcasmo...

¿Tu crees? Porque yo creo.
Pero es que conmigo es fácil:
Yo siempre he creído en cuentos.

El silencio

Lo esencial es invisible a los ojos,
Dice el principito,
Pero tú siempre prefieres lo mundano
por aquello de "Más vale pájaro en mano que ciento volando".
Y no te das cuenta que esa 
No es la fórmula secreta
Para la felicidad eterna.

Y ahora ya, que mi olvido
es para siempre,
Mi lealtad para conmigo 
Y mis esfuerzos para tachar, punteando,
Todas las listas de mis cuadernos,
Me pregunto si,
Tan sólo si,
Durante un instante dejarás la caza
Y buscaras cobijo.

Hoy es día de Poesía

Siento que hoy es día de poesía,
Aunque no tengo claro de si leerla o escribirla.
Hoy es de esos días raros,
En que la herida ya no sangra,
En que te das cuenta que lo peor que podía haber pasado
Ya ha quedado atrás,
Aún pagando el precio de saber (la curiosidad mató al gato).
Hoy es de esos días raros,
En que te tocas la herida y no supura,
Pero notas bajo ella un latido (¿sentimientos enquistados?)
Y punzadas repentinas
Provocadas por recuerdos que siempre van a contramano.
Hoy es día de poesía,
De hacer verso el pasado,
De convertir en rima tus desaires,
mis heridas,
Nuestros fracasos.

Hoy es día de poesía.
Déjame mejor que escriba...