domingo, 29 de noviembre de 2009

Camino al paraíso

Me despertó, mi cabeza en su hombro, mientras los primeros rayos de sol se filtraba a través de los cristales del autobús que nos llevaban a Marsa Matroh. Yo quería seguir durmiendo, no eran más que las 5.30am, quizás las 6am. Lo miré sin entender, los ojos soñolientos, los párpados pesados. Volvieron a caer. 
Su mano, suavemente, me zarandeó el hombro. Me despertó de nuevo. "Tienes que ver esto". A mi lado, al otro lado del cristal, el mar mediterráneo se abría ante mis ojos... Allí, en calma, en la otra orilla del mismo mar, los rayos del sol del alba lo coloreaba de naranja, a grandes trazos de color, entre los que se colaba a escondidas un poquito de blanco y otro poquito de azul.


Mientras sonreía, volví a cerrar los ojos... pero ya no dormía.
Julio de 2004 no queda tan lejos. Algún día volveré al Paraíso.


jueves, 26 de noviembre de 2009

Fring!

¡Un poco de información tecnológica para variar!
Hace un par de días, mirando en la web móvil de Ovi para Nokia, encontré una aplicación que me ENCANTÓ. No es, ni más ni menos, que Fring. 

¿QUÉ ES
FRING?

Es un programita que recoge la mayoría de programas de mensajería instantánea (msn, yahoo, skype), además de algunas redes sociales (facebook, twitter,...). Hasta aquí, nada nuevo. Pero... instalado en el móvil (para los que utilicen internet en el móvil) permite utilizar el audio (y creo que el video). 

Lo bueno es que para aquellos móviles que traen Wifi integrado (como el Nokia 5800), esta aplicación permite realizar llamadas a nivel nacional e internacional GRATIS de móvil a móvil si las dos personas están conectadas a Fring.


Y ahora, a seguir estudiando (o algo parecido...)



miércoles, 25 de noviembre de 2009

La Bufanda

Te he visto durante las últimas cinco noches, en mis sueños.
En todos estabas sentado junto a mí. Sonreías. 

Estés donde estés, no nos olvides.

He comenzado la bufanda que nunca te hice.
La llevaré en mi cuello como si fuera el tuyo.

Será, alrededor de mi cuello, como tus brazos 
en ese abrazo que nunca nos dimos.




lunes, 23 de noviembre de 2009

66 Libras


Las recuento... 66 libras frente a mí, en una mezcla de billetes raídos, billetes nuevos y monedas seminuevas con faraones y diosas. 66 libras con 10 piastras, algo menos de diez euros... 66 libras todas mías.
Con 66 libras en el bolsillo podría ir al cine y cenar en el Food Court de Nasr City o sólo cenar y luego tomar un taxi. O podría comprar varios libros en los estantes en oferta de Virgin y comerme un Cinnabon de caramelo con nueces de Macadamia... podría comprar 66 zumos de mango o Tamarindo en la Calle Tahrer (Dokki)... podría comprar un bono de metro para tres meses... podría comprar libretas, bolígrafos y lápices de colorear en Samir&Ali (&Kristyna) para una buena temporada (!!)... podría comprar comida para una semana en el super de la esquina... podría comprar un ticket de autobús para Marsa Matroh y aún me sobraría para comer algo en el camino...

¿Y tú? ¿Qué harías tú con 66 libras egipcias?
...
El que me de la mejor idea (o sea, la que me guste más), se llevará un broche hecho por mí o una invitación a un café!! 


domingo, 22 de noviembre de 2009

De cómo estudié Filología Árabe


Creo en el destino tanto como en la casualidad. Y aquel primer viaje a Egipto pudo ser cualquiera de las dos, o una mezcla de ambas, en un complot para convertirme en lo que soy ahora. Normalmente a nadie le cambia la vida hacer un viaje, o no hacerlo. Si acaso le trae nuevas experiencias y buenos - o malos - recuerdos. Eso es lo que, a fin de cuentas, había pasado conmigo en todos los viajes anteriores.

Esta vez no. Tenía que ser Egipto.
Yo había decidido, durante todo ese año y parte del anterior que iba a ser psicóloga. Es lo que me gustaba. Estaba decidido. Y cuando casi acababa el verano, el primer día de Septiembre de 2000 viajé a Egipto con mis padres y mi hermana y ahí comenzó todo. Al principio he de reconocer que no era lo que esperaba, aunque si soy justa diré que no sabía qué esperar de un país del que todo lo que conocía eran las pirámides, los camellos, las dunas de arena, un sol implacable... y Cleopatra con su perfecta nariz y, por supuesto, esos jeroglíficos que todo el mundo "conoce", estampados en trozos de papiro. Eso es todo lo que abarcaba mi conocimiento, a mis recién cumplidos 17 años.

En tan sólo una semana o poco más, yo ya había decidido que quería estudiar árabe, que el puesto que la psicología tenía en mis deseos y ambiciones se había desplazado bastante dejando el hueco libre a mi nuevo sueño. Puedo asegurar que recuerdo el momento exacto en el que lo decidí (ya de noche), como si estuviera allí ahora mismo, mientras escribo esto, en el desierto de Hurghada... 



En la excursión al desierto, la cena en el poblado... el safari... los beduinos... y vimos el atardecer en el desierto. Después cenamos sentados en cojines en una cabaña de palitos. Se hizo entonces una hoguera... y ese cielo limpio, lleno de estrellas, y el chispoterreo del fuego, la alegría de la gente, el aire puro me hizo sentír como en casa, me hizo sentir que una parte de mí pertenecía a aquel lugar. Ese fue el momento justo en el que tomé la decisión a favor de una pasión que había descubierto tan sólo hacía unos días. Debió ser algo como amor a primera vista. Y una semana me había valido para saber lo que quería hacer con el resto de mi vida.


Suena cursi, soy consciente de ello. Pero así es como pasó. Y de ahí ya vino todo lo demás... un año después hice selectividad, entré en filología árabe y siempre planeé volver a Egipto cada vez que tuviera la oportunidad (¡ya van ocho!). Pues, un trozo de mi corazón había quedado, y quedará siempre, en la cuna de los faraones.



sábado, 21 de noviembre de 2009

EL Vacío

Recordando esas canciones que fueron la banda sonora de nuestros encuentros y desencuentros, no puedo evitar la sonrisa que intenta aflorar. La sonrisa que encierra el dolor, la frustración, el cariño y la melancolía de siete años que hemos pasado "juntos".


Dicen que nada es para siempre. 
Durante este tiempo, deseé que eso no fuera cierto. Ahora me pregunto con quién beberé Tamr hindi en bolsitas de plástico, quién me llevará a Basata o Ananda, quien se obligará a beber una asquerosa bebida de limón por hacerme feliz, quién irá conmigo al Carrefour para las compras de Ramadán, quién me traerá helados para hacerme sentir mejor en un mal día, quién me ayudará con mis apuntes en árabe, quién pasará la noche en vela aunque al día siguiente tenga trabajo (sólo para estar conmigo),... quién me será incondicional durante tantos años, incluso cuando no lo merezca. En resumen, quién será . ¿Quién será MMA (Mi Mejor Amigo)?.


Siempre te echaré de menos. Y, aunque cambies (aunque hayas cambiado) y te alejes de mí, yo nunca olvidaré todos esos momentos que hemos pasado juntos. Ni intentaré detenerte en tu camino hacia la felicidad.


A un día de no volver a saber de ti.
A un día del vacío inmenso que dejarás a mi lado.






viernes, 20 de noviembre de 2009

viernes, 6 de noviembre de 2009

Muñeca de trapo

2003... éramos unos niños. Y cómo ha pasado el tiempo... y cómo se nos han pasado los días. Siempre mi primera referencia en Egipto, mi mejor amigo, pero siempre con problemas. Me pregunto si todo podría haber sido diferente... si las dos GGDA no hubieran sido tan similares, en aquella botella que se creó cuando se creó el mundo.

Ahora hay una muñeca de trapo, que no habla, ni se mueve...
que ni siente ni padece... con botones en los ojos e hilos en los labios.
Y todo está oscuro alrededor. Pero a ella no le importa.
Porque sus ojos de botones... están cerrados.