miércoles, 30 de enero de 2013

Ángeles

Como las estrellas fugaces caen sobre el mar
y se convierten en estrellas de mar,
hay veces en la vida que tenemos la suerte
de que ángeles caigan del cielo y caigan muy cerquita,
para poder llenarlos de besos a todas horas.



martes, 29 de enero de 2013

Cosas que quise decirte

Hay cosas que quise decirte y no te dije.
Me hubiera gustado, pero no pude... quizás no quise, quizás no supe.

El nudo de mi garganta

El nudo en mi garganta atraviesa el espacio por el que discurren, o deberían discurrir, las palabras. Y comienzan a amontonarse, a puñados, ahuecadas, atestando el espacio, preguntas sin signos de interrogación, gritos sin signos de exclamación, ni comas ni puntos ni nada y de pronto forman un enmarañado de sonidos tan brutal que me imposibilita decir ni una palabra más ycomienzoaatragantarmeconsonidostanmudosqueasustanyasustanporqueestanhechosdepensamientosquenuncaveranlaluz...

"Que todos esos pensamientos que necesito decir
y no digo, descansen en paz
- junto a todos esos besos que, siendo para ti, murieron,
en mis labios, sin estrenar -"

domingo, 27 de enero de 2013

Una manta sobre mis pies

Déjame buscarle formas a las nubes,
a las vetas del árbol,
a los iris de tus pupilas.
Pues ya no busco sorprenderte, descifrarme,
demolerte (hurgando entre tus frases, las ideas que escondo)...
Decían que el destino estaba escrito en las estrellas,
pero las estrellas fugaces son las únicas que dejan rastro.

Hace frío, la ventana está cerrada y una manta descansa
sobre mis pies...

Plan B

Me asfixio.
Me asfixio, un poco.
Mas no me dejo derrotarme,
tan fácilmente.
He cambiado de táctica,
y ya no me asfixio, tanto,
ya no me cala el sueño,
casi ni el frío,
casi ni el miedo.
Me doy cuenta,
más tarde que pronto,
de que la indecisión que es tan mía
(como esta necesidad de escribir)
me ha dado margen, me ha dado tregua
para no lanzarme en una dirección tan equivocada
que algunos llamarían correcta,
mas yo llamo seguir el camino marcado,
fácilmente rastreable por las huellas ovinas en la tierra.
Me doy cuenta,
más tarde que pronto,
de que entonces, en ese tiempo... tan relativo,
lo verdaderamente importante
no es el cúando
(nunca lo ha sido),
sino el cómo,
sino el qué,
sino el espacio de lo inexistente,
en el que se puede crear,
y que, aún inexistente, se puede llenar,
de todas esas cosas deseables
(que siempre he querido, aún sin darle nombre).
Ahora me doy cuenta,
de que al final,
ir dando tumbos no es más que la lucha
que surge, se debate y explota por dentro
y que tira, desde dos puntos, hacia lados opuestos:
lo que siempre has querido hacer
y lo que siempre has hecho, sin querer,
lo que siempre has querido, sin saber,
lo que siempre has sabido...
lo que siempre has sabido.

Y me asfixio.
Me asfixio, un poco.
Mas no me dejo derrotarme tan fácilmente.
Ha llegado la hora,
y es este el momento que elijo
para pasar al plan B.


viernes, 25 de enero de 2013

Anídate

Anida
en el hueco del hueso de mi cuello,
anida,
anida y quédate,
en ese hueco,
en todo cuanto soy,
de todo lo que soy.
Anida,
anida y quédate,
desnuda,
y márchate.

martes, 22 de enero de 2013

Un cachito de mis sueños

Te regalo un cachito de mis sueños,
anida en ellos,
vive en ellos,
muéstrate (tal cual eres) en ellos.
Haz lo que quieras,
te los regalo,
son tuyos.

Pero deja en paz mis pensamientos
diurnos.

lunes, 21 de enero de 2013

Soledad

An artist is always alone - if he is an artist. 
No, what the artist needs is loneliness.

Un artista está siempre solo - si es un artista.
No, lo que un artista necesita es soledad.

Henry Miller

viernes, 18 de enero de 2013

Carretera Secundaria

Hoy he tenido una especie de iluminación casi-divina.
Llevo días planteándome seriamente la opción de dedicarme a la enseñanza y, quién me conozca un poquito, puede imaginar la angustia que me produce y lo poco acostumbrada que me siento al enfocar mi vida hacia tales derroteros. Ahora que me lo planteo como opción "real", hay muchos matices de los que no me había percatado anteriormente y que ahora me pillan un poco por sorpresa. Y no todos son malos. Y eso, me pilla aún más por sorpresa.
La cosa es que no quiero dejarme arrastrar hacia una vía profesional que no haya meditado con el suficiente detenimiento y la consiguiente determinación. Y ¿por qué habría de hacerlo? Es una opción demasiado arriesgada, incluso para mí. La suerte (o la mala suerte, según se mire) ha querido que hasta septiembre tenga que dedicarme a otros menesteres (el carnet de conducir, exámenes de inglés, etcétera) pero lo cierto es que mirando el vaso medio lleno (por una vez), el tiempo me da la oportunidad de buscar carreteras secundarias antes de lanzarme de lleno a la piscina. 
He de reconocer que darle una vuelta completa a la vida puede asustar un poco, enfrentarse a los miedos, hacer algo diferente a lo que siempre has querido para ti mismo. Quien sabe si el destino me está obligando, a su manera, a encontrar una verdadera opción para mi realización personal. O si, por el contrario, me está ayudando a darme cuenta de una vez y por todas de qué quiero hacer con mi vida. A estas alturas, que el tiempo insiste en llevarme la contraria, yo tengo un aliado mucho más fuerte que es haberme dado cuenta que hay decisiones en la vida que tienen fecha de caducidad.

Comienzan los que, probablemente, sean los ocho meses más importantes en mucho, mucho tiempo.

"Festina Lente"


jueves, 17 de enero de 2013

Quien abre un libro


Quien abre un libro,
puede liberarse de todos sus miedos
- o, al menos, alejarse de ellos durante unas horas - 

Un último vuelo

Ahora,
tras tantos, tantos vuelos,
con todas sus bandejitas de comida
fría, precocinada, con sabor a nada,
snacks, ensaladas, macedonias y pasta
- o pollo o verduras pero siempre con el mismo sabor -,
galletitas saladas, mantequilla, sal y pimienta
para mí, zumo de tomate,
¿café o té? no, gracias
(deberían servir chocolate caliente),
después de interminables horas de espera
en terminales,
paseos aburridos entre 
perfúmenes y chocolate dutty free,
frío, mucho frío, 
mantitas azules que parecen caídas del cielo
(y nunca mejor dicho).

Ahora, 
que podría jactarme de todos esos viajes,
que podría pensar en los lugares visitados
(y los que me quedan por visitar),
ahora, justo en este momento sólo puedo pensar
en cuánto necesito tomar un vuelo más
(tan sólo uno más)
que me lleve a aquel lugar.
Una vez en mi destino,
nada más importa
y de nada más quedará constancia.

2 de noviembre

Respuesta sin pregunta




Al igual que se dice el pecado pero no el pecador, yo hoy me aventuro a decir la respuesta mas no la pregunta. Hace días que le doy vueltas a algo, algo que me han preguntado con frecuencia últimamente y, después de macerar mucho la respuesta esperada a tal cuestión, me doy cuenta de que realmente, no tengo ninguna. Y no tengo ninguna porque hay cosas que no se preguntan para ser contestadas, para ser racionalizadas y tan ni siquiera para ser tomadas en cuenta. Sin embargo, debe haber una respuesta a ello, una respuesta que necesito encontrar y la encontraré, incluso si ello conlleva darme cuenta de que, en realidad, la respuesta no existe - y nunca existió - porque en realidad, la pregunta no podía siquiera ser considerada, contestada, racionalizada y, tan nisiquiera, ser tomada en cuenta.

miércoles, 16 de enero de 2013

Cuántas cosas

Cuántas cosas se habrán perdido
y cuántas cosas se perderán.
Cuántas cosas no sabrás nunca
y cuántas muchas no sabré yo.
Cuántos abrazos de tus brazos 
y cuántos besos de mis labios
serán naúfragos a la deriva de tormentas de arena e hielo.

Cuántas cosas se habrán perdido,
y cuántas, cuantísimas cosas... se perderán.
Todos esos recuerdos no coleccionables
de un corazón inerme y desprotegido.

martes, 15 de enero de 2013

La Chispa

Siempre, en algún lugar del mundo, el sol brilla
muchas veces, en Sevilla, muchas otras, en El Cairo
(y muchas, probablemente en lugares que nunca he visitado)
tanto, tanto, que llega a cegar
- como un perro grande y cariñoso, que salta sobre ti y te deja caer hacia atrás-,
y los colores parecen más vivos
convirtiendo la escena en un carnaval improvisado
y el cielo, está mucho más estrellado al caer la noche
qué pena que, como decía aquel post-it en el tablón del restaurante chino
no nos paremos más a menudo, a mirar el cielo.

A veces ocurre que todo lo que necesitamos 
para ver el mundo cómo realmente es
(todo eso del sol brillante, las noches estrelladas, bla bla bla...)
es esa chispa que se enciende
cuando ves esa lucecita al final del túnel
soluciones, no las que esperabas sino las que necesitas
- las que siempre has necesitado, las que siempre has rechazado -,
o, sencillamente, la que se enciende
cuando tú sonríes.

lunes, 14 de enero de 2013

Mi más preciada posesión

Hoy, hoy quiero escribir.
Lo sé, puedo sentirlo cosquilleando entre los pensamientos y en las huellas dactilares.
Hoy, que quiero escribir no sé qué quiero escribir (o sobre qué)
o quizás sí lo sepa, pero aún no me haya dado cuenta.
Y eso, en este estado, me supone un verdadero problema.

Ahora recuerdo - confieso que lo hago de manera recurrente - el desasosiego que me provocó la lectura de "1984" y la idea que me asaltó al acabar: ¡Qué suerte que es la posesión de todos y cada uno de nuestros pensamientos, de nuestras ideas, de nuestros desvaríos! Una verdadera fortuna esta, y qué de problemas que nos ahorramos con esto, la verdad sea dicha de paso...
¿Os imaginais que la cabeza tuviera una zona transparente con una pantalla LED, donde fueran apareciendo en letras de neón todo lo que se nos ocurriera?

Me gusta ser consciente de ello,
y aún más me gusta la seguridad que me da poder pensar en la oscuridad del intelecto y la pasión,
- recordar a oscuras, imaginar a oscuras -
siendo siempre dueña absoluta de mis pensamientos, con la opción de poderles dar la forma que más me parezca antes de que salgan a la luz o, elegir, con todas sus consecuencias, que queden por siempre en la sombra.

Pequeños detalles


Detalles en un bar cualquiera,
en una calle cualquiera
de una ciudad cualquiera
que son capaces de arrancarle una sonrisa
a dos desconocidos.

A veces, 
- tan sólo a veces - 
esto es todo lo que hace falta
para recuperar, aunque sea un poquito, 
la fe en la humanidad.


sábado, 12 de enero de 2013

Ha llegado el momento


Ha llegado el momento.
Aunque duela.
Aunque cueste.
Aunque con ello, tengamos que olvidar a una parte de nosotros mismos.

viernes, 11 de enero de 2013

Vivir, imagino, es eso

Han pasado ya las fiestas navideñas y han unido, a su paso, un año con otro, un ciclo con otro, una lista de planes caducados con una lista recién estrenada, limpita, llena de ilusiones. Y, como la vida es la espera de una época a otra, de un evento a otro, de un cumpleaños a otro, yo ahora me pregunto en qué pausa cronológica me encuentro, en qué etapa, esperando qué. ¿San Valentín? ¿La Semana Santa? ¿Feria? ¿Mi cumpleaños? ¿Un viaje? ¿Otro viaje? ¿Una despedida? ¿Algún reencuentro?
Vivir, imagino, es eso. E imaginar entre uno y otro.
Mientras, vamos colando, ratitos y momentos, algunos buenos, otros no tantos, sin darnos cuenta que al final, esos son los que importan, los que merecen la pena, los que se graban.
Al final, son todo lo que necesito.
Al final, son esos con los que me quedo.

jueves, 10 de enero de 2013

"Vivo entre los dos jardines" - El Caso Slevin


- Usted debe de ser Fisher.
- ¿Debo? Porque últimamente no me sale nada bien...
- Pero me temo que debe.
- Bueno, si debo...
- ¿Tiene idea de por qué le han traído aquí?
- Quizá porque no soy afortunado.
- Los desafortunados no son más que una referencia para que los afortunados, señor Fisher. Usted es desafortunado para que yo sepa que no lo soy. Por desgracia, los afortunados no se dan cuenta de que lo son hasta que ya es tarde. Por ejemplo, usted ayer estaba mejor que hoy pero hacía falta lo de hoy para que se diera cuenta. En cambio, hoy ha llegado y... ya es tarde ¿entiende? La gente no se contenta con lo que tiene, siempre quiere lo que tenía o lo que tiene otro.
- Como un rabino que prefiere ser gángster a un gángster que prefiere ser rabino. ¿Es esa idea de que el cesped siempre está más verde en el césped del vecino? En fin, ¿cómo se justifica ser rabino y a la vez ser gángster?
- No lo hago. Soy un hombre malo que no pierde el tiempo preguntándose qué hubiese podido pasar cuando soy yo el que puede decirdir. Vivo entre los dos jardines y mi césped está verde.

"El Caso Slevin"

miércoles, 9 de enero de 2013

Sombra aquí, sombra allá...

Cada persona tiene, o debería tener, al menos, una pasión en la vida, una obsesión, algo que le fascine hasta límites insospechados. Cuando en vez de una tenemos dos, tres o más, la cosa se complica porque el tiempo es el que es y a duras penas tenemos que repartir el tiempo que nos sobra de los quehaceres diarios entre unas y otras (cuando acaso, encontramos tiempo). Sin embargo, cuando esa obsesión o hobbie llevado al límite acaba controlándote, no puede ser sano.
En mi caso, tengo varios... dos, tres... no, espera, que son al menos cuatro. Cuatro, todas para mí. Sin embargo, cuando la práctica de nuestras pasiones se convierte en una obligación pierde el sentido, pierde la magia, pierde la chispa. O quizás, nos ayude, por el contrario a ganar en persistencia, en ganar práctica, en unirla más a nuestra rutina.
Recuerdo cuando con apenas tres o cuatro añitos me subía a una silla o un taburete para alcanzar a verme en el espejo del baño en nuestro piso en Huelva. El espejo era redondo y tenía un marco de madera oscuro y lo recuerdo todo con absoluta claridad, aunque soy incapaz de recordar el reflejo de mi propia carita. Tomaba entonces, desde las alturas, el colorete, la barra de labios, alguna sombra de ojos que había sacado del neceser de mi madre y comenzaba a maquillarme como mejor podía, con mis deditos torpes y demasiado pequeños para aquella tarea. La gracia es que a día de hoy, apenas me maquillo, sin embargo es una de esas pasiones inconfesables que guardo en mi haber de pasiones. Y eso lo sabe el cajón y los neceseres donde guardo mis tesoros. Antes de cada compra - o cuando la idea salta insistente en mi cabeza - intento decirme y convencerme de que ya tengo casi de todo, que no necesito más, que debería pensarlo bien, pero al final (como ocurre con las pasiones) se acaba volviendo a comprar cosas -quizás- innecesarias, pero que muy de vez en cuando, no hacen daño alguno. Y algo que te hace feliz, aunque sea de manera banal (trivial, común, insustancial), no puede ser del todo malo.



martes, 8 de enero de 2013

Guerra


En mi interior hay una guerra
formada por numerosísimas batallas,
algunas de las cuales tengo conciencia
y otras pasan, escondidas en mi subconciente, desapercibidas.
La verdad es que no sé,
- creo - 
cuando comenzó la guerra,
lo que sí sé 
es que aún quedan muchas mechas por encender.
Pero no de cañones,
sino de fuegos artificiales. 

El mundo sin ti



El mundo, sin ti, está vacío.
Pero contigo...
contigo ni siquiera soy capaz de imaginarlo.
¿Dónde estás?

sábado, 5 de enero de 2013

¿Te atreves a soñar?

Mis 10 favoritos de 2012

Como ya va siendo tradición por aquí, os dejo mis 10 favoritos de 2012 ;)

1.- Nuestro encuentro en Madrid. El que iba a ser el primer 24 de una larga lista, pero que quedó ahí, haciéndolo único y especial (e irrepetible) (Algunas fotos).
2.- El aprender a levantarme, el esfuerzo personal, el autoconocimiento. Y en ello sigo, aún me queda un largo camino por recorrer. Pero es cuestión de tiempo.
3.- La llegada de Zoe. Las noches en vela, la papilla con jeringa. Los arrumacos que me das.
4.- Un año más contigo, chiquitito.
5.- Mi cumpleaños en familia. Mi cumpleaños con amigos.
6.- Aprobar el teórico.
7.- El Cairo. El regreso. Aquellos ratitos en la calle.
8.- Tú. El haberte "conocido" después de ocho años.
9.- Navidades familiares. Casi casi como "las de antes".
10.- Ratitos en familia. Ratitos con amigos. Reencuentros.

Y los... Diez favoritos de 2011
Y los... Diez favoritos de 2010 

viernes, 4 de enero de 2013

Una fría mañana de Septiembre

"Aquella mañana había comenzado como cualquier otra mañana. Un día frío, inusualmente frío a aquellas alturas de septiembre. Tomó un pañuelo algo grueso con que cubrir su cuello antes de enfrentarse a ese nuevo día. Eran apenas las nueve y en la calle, el ajetreo ya llevaba algún tiempo dándole sonidos al pavimento - ruedas de coches, conductores que iban tarde - , a las aceras - tacones, zapatos de charol encerados repiqueteando como gotas en un cristal -, niños quejosos que no querían ir a la escuela - Javier, Roberto, Carlos -, una madre abrigando a su hija en la parada del autobús, un anciano matrimonio que, caminando con medida parsimonia una del brazo del otro, parecían luchar - a su manera - contra ese nuevo estilo de vida. Ahora que podían. Ahora que habían entendido que la vida con prisas, no se disfruta igual.
Adelaila y Mario se habían conocido cuando España aún vivía en blanco y negro, cuando la tecnología no era una prioridad para nadie, cuando los patios de vecino hacían que, a su manera, cada edificio fuera como una gran familia. Y ahora, que Mario llevaba mucho tiempo jubilado y Adelaida podía disfrutar de su tiempo libre, ahora que los hijos ya estaban criados - como hombres y mujeres de bien - y que los nietos les robaban todo el tiempo que ellos con gusto se dejaban robar, a ellos les gustaba pasear, cada día, por la mañana. Iban calle arriba, todo recto, la segunda a la izquierda, pasaban por un quiosco, giraban a la derecha y de nuevo a la izquierda y llegaban así al puente, el puente donde solían ir cuando eran novios - cuando las distancias parecían mucho más lejanas, pero se cubrían con mucha mayor facilidad - y que habían visitado casi cada día de su vida desde entonces. Luego, compraban el pan y, si era tarde y tenían algo de hambre, a pellizquitos, iban arrancando pequeños pedazos de vuelta a casa. "

jueves, 3 de enero de 2013

El Tarro


Hoy, bicheando en uno de esos ratitos perdidos un grupo cualquiera de Facebook, he encontrado la imagen adjunta, que dice así: "Comienza el 2013 con un tarro vacío y ve llenándolo con notas sobre cosas buenas que ocurran. En Año Nuevo, vacíalo y mira todas las cosas geniales que ocurrieron este año".
Creo que son precisamente esta clase de detalles las que consiguen que cada día, merezca la pena. Así que hoy mismo busco mi tarro y le hago un hueco sobre la mesita de noche y os invito a que hagais lo mismo. Esforcémonos por llenarlo de cosas buenas. 
Esforcémonos por hacer que el 2013 sea un año para recordar. 

Propósitos para 2013

Hace un año, tenía metas, sin embargo no me dio por escribirlas.
O puede que incluso, incluso se me pasara.
Extraño, incluso para mí.
Este año, sin embargo, no dejaré que me pille el toro, porque cuanto antes me lo plantee, más días me quedan de margen para hacerlos realidad. Y este año no voy a dejar que se me escape ninguna. 363 días es todo lo que me queda para convertirme en quien siempre quise ser. 
Si para ello tengo que limitar el margen temporal en espacio y tiempo, nada mejor que ofreerme un año completo para ello. Al hacerlas públicas no pretendo nada más que crear un vínculo de compromiso conmigo misma y con lo que quiero conseguir. A algunos os puede sonar raro, pero así funciono yo. 

1.- Dejar el pasado en el lugar que le pertenece: atrás. Arrancarme todas esas espinitas clavadas, desinfectar las heridas y dejar que cicatricen, de una vez y por todas.
2.- Ponerme en forma, que no es sólo adelgazar. Hacer deporte y hacerlo de manera constante y continuada. Démosle trabajo a la glándula pituitaria de una vez por todas... Mens Sana in Corpore Sano.
3.- Cambio personal y Aceptación de mis limitaciones. Transformar o pulir aquello que no me guste y aprender a aceptar aquello que no pueda cambiar.
4.- Re-aprender árabe: porque licenciarse no significa dejar de aprender. Hay que seguir aprendiendo a lo largo de toda la vida pues, al igual que alimentamos el cuerpo, también necesitamos alimentar el intelecto.
5.- Encontrar trabajo. Mantenerlo. Ahorrar.
6.- Sacarme el carnet de conducir (que ya está medio camino andado).
7.- Buscarle un amiguito a Zoe.
8.- Limitar mi uso de internet. Soy consciente del gran tiempo que "pierdo" al día navegando, sobre todo en Facebook y, como nunca es tarde si la dicha es buena... y como mis días sólo tienen 24 horas... Prioricemos la cultura (leer punto 9).
9.- Leerme (al menos) 12 libros a lo largo del año. La verdad es que leer siempre ha sido uno de mis pasatiempos prioritarios y últimamente, lo tengo un poco abandonado. A veces, hace falta un empujón, incluso para hacer lo que más nos gusta.
10.- No acabar el día sin haber aprendido una palabra nueva, sin haber sonreído al menos una vez, sin haber escrito algo (oculto o visible) y sin haber tenido un gesto amable con alguien.
En resumen, dejar de poner excusas y Ser Feliz. Que es, a fin de cuentas, todo lo que importa.



miércoles, 2 de enero de 2013

Perdonar

Necesito perdonar y perdonarme.
Por todos los errores que cometí y de los que tan intensamente me avergüenzo.
Perdonarme por no ser todo lo que podría haber sido,
por no ser todo lo que siempre quise ser.
Necesito perdonarme.
Y perdonarte, a ti, por haberme fallado. Tan hipócritamente.
Necesito liberarme de la vergüenza, de la culpa, del dolor.
Necesito liberar mi alma de tan pesada carga
en que te has convertido, aun cuando ya no forma sparte de mi vida.
Necesito perdonarme por ser tan exigente
que no permito a nadie que ocupe "ese" lugar,
que no permito que nadie me haga sentir nada,
que no permito que nadie forme parte de esas imágenes de futuro.
Necesito perdonarme por haberme quedado sola,
por querer siempre lo imposible,
por buscar algo que no existe
y que, si existiera, no sería para mí.
Necesito perdonarme por ser humana y cometer errores -continuamente-
y perdonarme por abrir la puerta a las personas equivocadas,
aquellas que gratuitamente añaden sosobra
a los escombros derruidos de mi corazón.

Películas de Diciembre

1.- El Verdugo (1963)
2.- Love Actually (2003)
3.- El Marido de la Peluquera (Le mari de la coiffeuse, 1990)
4.- El Incinerador de Cadáveres (Spalovac mrtvol, 1969)
5.- El Apartamento (The Apartment, 1960)
6.- Los Pájaros (The Birds, 1963)
7.- Origen (Inception, 2010)
8.- Napola, escuela de élite nazi (Napola - Elite für den Führer, 2004) 
9.- Cantando bajo la lluvia (Singin' in the Rain, 1952)
10.- Batman Begins (Batman Begins, 2005)
11.- El Caballero Oscuro (The Dark Knight, 2008)
12.- Moon (2009)
13.- En Bandeja de Plata (The Fortune Cookie, 1966)
14.- El Experimento (Das Experiment, 2001)
15.- El sabor de las Cerezas (Ta'm e guilass, 1997)

martes, 1 de enero de 2013

Bienvenido, 2013

Un año más acaba de terminar y, en forma lineal encadena su muerte al principio de un año nuevo. Todo un año, con 365 días, unos más largos que otros (y sus 365 noches, unas más frías que otras) comienza, 365 oportunidades de hacer algo por lo que merezca la pena recordarlo. Y, siempre ocurre que, a estas alturas, suele darnos por hacer balance del año que se va, de recordar todos esos momentos especiales, de acordarnos de todas esas personas importantes (incluso sobre todo, las que ya no están), los viajes, los problemas, las metas conseguidas y las que no. Yo, sin poder evitarlo, tengo dos tradiciones interiores sin las que no puedo empezar un año nuevo (y si lo hago, me siento "rara"). Una es la tan temida lista de metas y otra es la inevitable consecución de memorias que van clavándose como piezas de lego en algún lugar de mí. Algunas encajan de manera natural y otras se clavan en lugares erróneos (como cuando pisamos una de ellas con los pies descalzos), pero igualmente, son parte de lo que soy. 

Yo, por mi parte, me quedo con todo lo bueno del 2012. Me quedo con los ratitos con Alejandro, con los domingos en Sanlúcar, me quedo con mis noches de cine y mis mañanas de paseos en autobús a Sevilla. Me quedo, por supuesto, con mi aún incompleto carnet de conducir y con mi viaje a El Cairo. Me quedo con la llegada de Zoe y sus arrumacos. Me quedo con las charlas con Belén y el viaje a la sierra norte de Huelva con Jose, me quedo con mi cumpleaños en la mejor compañía y me quedo con algún que otro abrazo tuyo en el coche. Me quedo con las canciones que me han hecho llorar y con las fotos que me han hecho reír y me quedo con todos y cada uno de esos momentos que me han hecho madurar y crecer como persona. Gracias a todos aquellos que me habéis apoyado en los malos momentos y, sobre todo, gracias a todos aquellos que me habéis dado la espalda, defraudado o dejado atrás, porque así me habéis permitido descubrir mi fortaleza y seguir adelante.

Ahora toca comenzar a trabajar en mi lista de propósitos para 2013 y, luego, comenzar a trabajar para hacerlos realidad ^_^ 
Aprovecho para desearos a todos que hayais tenido un inolvidable comienzo de año y que os quede por delante un cada-día-mejor año completo y, además, todo lo que sigue, en palabras de Victor Hugo