Palabras que son capaces de sellar el silencio,
arrullos y abrazos que compensan la espera,
abrazos que curan las heridas abiertas a escondidas,
charlas en la alfombra, en la que no pasa el tiempo.
En mi mente, en replay, tu cara asomando por la verja,
con una sonrisa y los pelos alborotados.
Ojalá siempre hubiera sido como ayer.
Porque las palabras, a veces, me dan miedo.
Porque ayudan, a veces, a romper el silencio.
El silencio que sólo me gusta cuando estoy junto a ti.
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