que deja los planes que no se cumplen,
el hueco entre los dedos de mis pies
y el espacio que me aleja del futuro.
Me pregunto (muchas cosas), con el orgullo intacto por una vez,
sin ira ni resentimientos, ni odio, ni miedo,
y no encuentro respuestas.
Por eso, escribo. Porque, mientras escribo,
no pienso, ni recuerdo, ni añoro.
Mientras escribo, se pasa el tiempo,
el mismo tiempo que quiero llenar... escribiendo.
Llenando éste hueco que has dejado.
Y mientras, escribo.
Para no echarte de menos.
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