Han pasado ya las fiestas navideñas y han unido, a su paso, un año con otro, un ciclo con otro, una lista de planes caducados con una lista recién estrenada, limpita, llena de ilusiones. Y, como la vida es la espera de una época a otra, de un evento a otro, de un cumpleaños a otro, yo ahora me pregunto en qué pausa cronológica me encuentro, en qué etapa, esperando qué. ¿San Valentín? ¿La Semana Santa? ¿Feria? ¿Mi cumpleaños? ¿Un viaje? ¿Otro viaje? ¿Una despedida? ¿Algún reencuentro?
Vivir, imagino, es eso. E imaginar entre uno y otro.
Mientras, vamos colando, ratitos y momentos, algunos buenos, otros no tantos, sin darnos cuenta que al final, esos son los que importan, los que merecen la pena, los que se graban.
Al final, son todo lo que necesito.
Al final, son esos con los que me quedo.
Vivir, imagino, es eso. E imaginar entre uno y otro.
Mientras, vamos colando, ratitos y momentos, algunos buenos, otros no tantos, sin darnos cuenta que al final, esos son los que importan, los que merecen la pena, los que se graban.
Al final, son todo lo que necesito.
Al final, son esos con los que me quedo.
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