Hace días que no me miro en el espejo
no porque me guste o me disguste lo que refleja
sino porque sé lo que hay. Sería una pérdida de tiempo.
Cuando me levanto y me lavo la cara, apenas veo mi reflejo
y cuando regreso exhausta de mi intento de vida sana,
desnudándome para meterme en la ducha
apenas vislumbro mi silueta y sus señales.
Aún no hay signos de la edad,
supongo que algún día los habrá,
quizás no dentro de tanto, ni fuera de tan poco.
Serán señales de que he vivido y, si el camino merece la pena,
dejaré que queden como rastros,
es la única manera que tendré de demostrar tantas cosas
de las que no guardo más que la memoria.
no porque me guste o me disguste lo que refleja
sino porque sé lo que hay. Sería una pérdida de tiempo.
Cuando me levanto y me lavo la cara, apenas veo mi reflejo
y cuando regreso exhausta de mi intento de vida sana,
desnudándome para meterme en la ducha
apenas vislumbro mi silueta y sus señales.
Aún no hay signos de la edad,
supongo que algún día los habrá,
quizás no dentro de tanto, ni fuera de tan poco.
Serán señales de que he vivido y, si el camino merece la pena,
dejaré que queden como rastros,
es la única manera que tendré de demostrar tantas cosas
de las que no guardo más que la memoria.
7 de Septiembre
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