Hay fuegos que no brillan sino en la oscuridad.
No maldigas, por ello, a la luz,
que te mantiene lejos de las tinieblas que te dan calor.
A veces, hay que elegir.
A veces, hay que inclinar la balanza,
aunque sea hacia el lado erróneo.
(Nota: en seguir los instintos, no hay error)
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