Hace dos años, un día como hoy, aún no te conocía, pero ya sabía de ti, conocía tu nombre y conocía tu fecha de nacimiento. Y, sobre todas las cosas, sabía que te querría. Pero no tanto.
Hace dos años, un día como hoy, aún no te había visto la cara, más que a través de una imagen en blanco y negro, ni te había visto reírte y nisiquiera llorar. Sin embargo, sabía que serías motivo de felicidad cada día de cada mes de cada año a partir de entonces.
Hace dos años, un día como hoy, ya estaba todo listo para tu llegada, pero nadie sabía ni imaginaba ni esperaba qué sentiríamos al verte llegar, envuelto en toallas blancas, con los ojitos cerrados y ese primer llanto.
Hace dos años llegaste a nuestra vida
y con eso conseguiste que yo, la mía, no la quiera cambiar por ninguna otra.
Pues, de otra manera, no sería tu tía.
Felicidades, Alejandro (mochuelo chico)
Te quiero
Hace dos años, un día como hoy, aún no te había visto la cara, más que a través de una imagen en blanco y negro, ni te había visto reírte y nisiquiera llorar. Sin embargo, sabía que serías motivo de felicidad cada día de cada mes de cada año a partir de entonces.
Hace dos años, un día como hoy, ya estaba todo listo para tu llegada, pero nadie sabía ni imaginaba ni esperaba qué sentiríamos al verte llegar, envuelto en toallas blancas, con los ojitos cerrados y ese primer llanto.
Hace dos años llegaste a nuestra vida
y con eso conseguiste que yo, la mía, no la quiera cambiar por ninguna otra.
Pues, de otra manera, no sería tu tía.
Felicidades, Alejandro (mochuelo chico)
Te quiero
(4 de Agosto)
No hay comentarios:
Publicar un comentario