Me duelen las mandíbulas de apretar los dientes
para controlar lo que siento.
Y el corazón, desbocado, late descompasado
preguntándose, una y mil veces,
por qué, de pronto, todo parece dar vueltas,
mientras la púa de tu guitarra
arranca acordes que ya no me pertenecen,
mientras las púas bajo mi piel
me tatúan cicatrices en el alma.
para controlar lo que siento.
Y el corazón, desbocado, late descompasado
preguntándose, una y mil veces,
por qué, de pronto, todo parece dar vueltas,
mientras la púa de tu guitarra
arranca acordes que ya no me pertenecen,
mientras las púas bajo mi piel
me tatúan cicatrices en el alma.
6 de mayo, 3.42am
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