Porque mientras otras personas se relajan viendo una película o escuchando música, yo lo hago escribiendo. Porque al escribir, puedo ser lo que quiero ser y, al mismo tiempo, es mi pequeña fuente de plenitud que me aporta tranquilidad. Y en estos días que (¡por fin!) no tengo tiempo para nada, lo que más echo de menos es escribir, teclear, dejar que esas sensaciones tomen forma real bajo las yemas de mis dedos...
Sin embargo, sigo hasta arriba de cosas que hacer... audios, traducciones, lecturas, conferencias... así que durante unos díitas más tendreís que conformaros con borradores que tenía pendientes de publicar...
Que calle no quiere decir que no te haya querido,
que prefiera que las palabras se las lleve el viento.
Si es que a veces nos empeñamos en perseguir viejos sueños,
sin darnos cuenta que esos sueños están más que perdidos.
Y es que tú y yo, no somos más que eso
y es por eso que no queda nada más que versos.
Prefiero que pienses que ya nunca te pienso,
ni deseo cambiar mi alma por paliar tus temores.
Deja que pase el tiempo,
que se lleve el viento nuestros errores
y que pienses que los sueños que persigo nada tienen que ver contigo.
(30 noviembre 2010)
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