Bastante a menudo, cuando las cosas no salen como esperamos, nos empeñamos en "enderezarlas" y, no es hasta un tiempo después, que entendemos que las cosas tenían que salir exactamente como salieron. Porque las cosas no salen como queremos. Porque somos incapaces de ver que no siempre lo que queremos en lo mejor para nosotros. Porque no queremos rendirnos a la derrota, sin ver que no es más que otra cara de la victoria... y que en la mayoría de los casos la acabaremos por ver como tal. Porque, aunque duela, no podemos tenerlo todo en la vida. Porque, a veces... - con frecuencia - nos equivocamos. Porque simplemente nos engañamos, nos convencemos para seguir luchando cuando ya está todo perdido.
"A veces nos encontramos con el destino por el camino que habíamos tomado para evitarlo"
9 de febrero, 13.00 h.
2 comentarios:
Sinceramente, no sé si creer en la rencarnación y en todo lo que envuelve al karma. De ser cierto, he de suponer que en una vida próxima seremos maravillosamente felices porque yo soy incapaz de hasta pisar un caracol en días de lluvia, los voy dejando por las ventanas (anda que los vecinos tienen que estar contentos conmigo).
No me refería a eso con este post. El karma influye en la vida actual, y no creas que tarda tanto en volver la energía de las acciones que realizamos :)
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