Durante tanto tiempo,
Pero tanto, tanto tiempo,
Andamos corriendo, andamos cabizbajos,
Perdiéndose nuestras pisadas por calles grises
Por callejones tristes,
Sin saber que los grises, los tristes
éramos nosotros.
Durante tanto tiempo
Pero tanto, tanto tiempo,
Respiramos, latimos,
Pero no puedo decir que vivimos.
Simplemente, nos mantuvimos inmóviles
En este callejón de doble sentido
Dando vueltas en círculos
Desorientados y perdidos.
Sin encontrar una salida.
Durante tanto tiempo,
Pero tanto, tanto tiempo,
Deseamos poseer el control del segundero,
Una burbuja que parara las manecillas del reloj,
O arrancárselas de un tirón hasta nuevo aviso.
Durante tanto tiempo,
Pero tanto, tanto tiempo,
Nuestras semanas no se dividían en días
Sino en obligaciones
laborales, personales, pospuestas y tardías
Y, una vez al año ¡milagro!
Un respiro, unas vacaciones,
coger aire y comenzar de nuevo.
Y así, se nos pasaban los días,
Se nos pasaban los sueños,
Se nos pasaba la vida.
Y entonces llegó una oportunidad
Para aquellos de nosotros que estábamos a salvo,
A quienes se nos pedía salvar el mundo
Desde el confinamiento, desde el anonimato,
Desde el resguardo de nuestro hogar
En el que teníamos comida, agua corriente y electricidad,
Y no supimos ver la suerte que se hallaba
Escondida entre las vigas, paredes, puertas y ventanas,
Dejando fuera al enemigo, manteniendo la distancia.
Después de tanto tiempo,
Pero tanto, tanto tiempo,
Encontramos al tiempo dormido
Y pudimos dormir con él,
Y pudimos descansar en él
Y pudimos, por una vez, tenerlo de nuestro lado.
Durante tanto tiempo,
Pero tanto, tanto tiempo
Deseamos tener el tiempo que tenemos ahora
Porque eso significa tenernos a nosotros mismos,
Porque eso significa que estamos vivos.
Pero tanto, tanto tiempo,
Andamos corriendo, andamos cabizbajos,
Perdiéndose nuestras pisadas por calles grises
Por callejones tristes,
Sin saber que los grises, los tristes
éramos nosotros.
Durante tanto tiempo
Pero tanto, tanto tiempo,
Respiramos, latimos,
Pero no puedo decir que vivimos.
Simplemente, nos mantuvimos inmóviles
En este callejón de doble sentido
Dando vueltas en círculos
Desorientados y perdidos.
Sin encontrar una salida.
Durante tanto tiempo,
Pero tanto, tanto tiempo,
Deseamos poseer el control del segundero,
Una burbuja que parara las manecillas del reloj,
O arrancárselas de un tirón hasta nuevo aviso.
Durante tanto tiempo,
Pero tanto, tanto tiempo,
Nuestras semanas no se dividían en días
Sino en obligaciones
laborales, personales, pospuestas y tardías
Y, una vez al año ¡milagro!
Un respiro, unas vacaciones,
coger aire y comenzar de nuevo.
Y así, se nos pasaban los días,
Se nos pasaban los sueños,
Se nos pasaba la vida.
Y entonces llegó una oportunidad
Para aquellos de nosotros que estábamos a salvo,
A quienes se nos pedía salvar el mundo
Desde el confinamiento, desde el anonimato,
Desde el resguardo de nuestro hogar
En el que teníamos comida, agua corriente y electricidad,
Y no supimos ver la suerte que se hallaba
Escondida entre las vigas, paredes, puertas y ventanas,
Dejando fuera al enemigo, manteniendo la distancia.
Después de tanto tiempo,
Pero tanto, tanto tiempo,
Encontramos al tiempo dormido
Y pudimos dormir con él,
Y pudimos descansar en él
Y pudimos, por una vez, tenerlo de nuestro lado.
Durante tanto tiempo,
Pero tanto, tanto tiempo
Deseamos tener el tiempo que tenemos ahora
Porque eso significa tenernos a nosotros mismos,
Porque eso significa que estamos vivos.
Como un buen amigo solía decirme
“ten cuidado con lo que sueñas,
Vaya a ser que se cumpla”.
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