No puedo, creo que soy incapaz de recordar la primera vez que estuve en tu casa. Sé que fue allá por el 2004, unos días después de irme de viaje contigo y tu familia y poco antes también de pasar mi última noche en El Cairo. Se me mezclan los recuerdos como si fueran capas de gelatinas echadas en agua hirviendo y soy incapaz de separarlas antes de que sea demasiado tarde. Y acabará por ser todo una masa uniforme de sensaciones, pero no quedará ni un recuerdo.
Hay muchas otras cosas que soy incapaz de recordar y que me duelen. Pero me duele probablemente más darme cuenta que todos esos recuerdos acabarán desvaneciéndose, contigo. Y no quedará nada, sólo tu nombre, grabado en algún lugar de mi corazón, ese mismo lugar que mantengo a oscuras para no verlo.
(4 de Septiembre de 2011)
No hay comentarios:
Publicar un comentario