Vivimos en una sociedad de doble moral contradictoria, aunque eso no es nada nuevo para nadie. Lo cierto es que te acostumbras y tiendes a normalizar las actitudes más erróneas, sólo porque estas están socialmente aceptadas, porque es en cierta manera lo que se espera de ti como persona y como ciudadano.
¿Acaso no se nos inculca desde niños, desde siempre, la idea de ser uno mismo? Suele ser algo así como: "Sé tú mismo", "no imites a nadie", "en nuestra diferencia está nuestro encanto". Ajá. Claro que sí... A quien dice esto, probablemente convencido, habría que recordarle que cuando intentamos salirnos un poco de las pautas que te impone la sociedad pasas a convertirte, casi automáticamente, en el "rarito", siendo no sólo sutilmente marginado sino no tomado en cuenta, al no estar tus pensamientos en consonancia con los del resto del rebaño de ovejas albinas. No nos engañemos, que aquí las diferencias sólo gustan en pequeñas dosis pero sólo y cuando éstas no afecten directamente a los pilares mayores sobre los que nuestra personalidad se sostiene (esos que son creados en directa relación con nuestra educación, creencias y morales y completadas con nuestra gnosis, psique y alma).
Por otro lado ¿acaso no se nos educa para que seamos hipócritas mientras se nos insiste continuamente en que seamos siempre sinceros? Y, sin embargo, una vez comienzas a ver necesario todo el montaje de lo políticamente correcto, pierdes la pureza que traías de fábrica. Pero es lo que toca. Si decides que quieres ser sincero y consecuente, eres tachado casi al instante de maleducado políticamente incorrecto. Por lo tanto, sonríe, sonríe siempre y charla distendidamente con las personas que peor te caigan en el mundo, porque esto será lo que "hay que hacer". Pura hipocresía en la que yo intento no entrar mientras pueda evitarlo. Desgraciadamente, en el momento en el que decides hacer uso de tu libertad de expresión y elección (y no hablo de libertinaje ni de malos modales), eres puesto en tela de juicio. Lo cierto es que, todos en el fondo, nos sentimos más cómodos con esas "pequeñas mentiras de la vida". Y quien diga que no, probablemente, estará mintiendo (aunque sea a sí mismo).
Y después de todo esto, pregunto ¿cuándo vamos a empezar a ser coherentes? ¿cuándo seremos lo suficientemente valientes como para que nuestros pensamientos y nuestros actos vayan de la mano? Seamos consecuentes y dejemos de marear la perdiz, seamos sinceros por una vez y que esto no signifique ser maleducado o incorrecto. Dejemos de proclamar el ser diferentes y empecemos a serlo, pero de verdad, y sigamos por ser honestos con nosotros mismos primero y con quienes nos rodean, después. Que nuestra propia alma pueda ser libre de todo lo que nos han enseñado a ser, a entender, de todo aquello que nos han enseñado a que nos gusten. Sigamos nuestros instintos, seamos fieles a nosotros mismos.
Dignifiquemonos siendo, concienciémonos y despertemos de una vez y por todas.
Dignifiquemonos siendo, concienciémonos y despertemos de una vez y por todas.
1 comentario:
Veamos, Hime:
Todo lo que voy a comentar aquí es púramente subjetivo. No tengo bases ni nociones de ningún tipo salvo las opiniones que aquí voy a expresar.
Dicho esto, vamos al tema.
A mi parecer, ser coherentes es seguir unas pautas lógicas y razonables para uno mismo, ¿no?. ¿Qué se supone que es lo razonable y que no? Esa educación, esa moralidad y ética de la que me hablas establece unas directrices básicas que el individuo decide adoptar o no. Con ello no quiero decir que el que las acepte tenga una personalidad más débil o sea una oveja más en el rebaño. Estás mezclando términos dentro de un mismo saco y creo que deberíamos analizarlo por partes (como dijo Jack el destripator xD)
¿Cuáles son las pautas que comentas en las que uno pasa a ser "rarito"? Hoy día a cualquiera de nosotros se nos puede tachar de friki y de raros. Para mí esos conceptos quedarán descatalogados en poco tiempo puesto que nuestra sociedad avanza a pasos agigantados en lo que a diversidad cultural y social se refiere y por tanto dejaran de verse como algo anodino. Eso sí, "raritos" seguirán siendo aquellos que tengan, por ejemplo,un problema mental y sus acciones sean incomprensibles para el resto de una comunidad.
Hablas de hipocresía como algo inculcado. Yo pienso que eso está en la personalidad de cada uno. Está claro que en un ambiente laboral en donde se hacen negocios y demás trámites burocráticos es necesario usarla pero en lo que respecta al entorno social, no es necesario en absoluto.
Yo veo la sinceridad como un atributo, una cualidad de mucho valor para mí. Demuestra una personalidad fuerte, que no necesita de la aprobación de nadie para sentirse bien con uno mismo.
Hablas de dejarse llevar por los instintos como algo relacionado con la coherencia y con la libertad del ser...
El concepto de instinto está ligado al mundo animal y en ese mismo mundo hay carencia de razón, sólo existe el deseo de satisfacerse a uno mismo en todo momento y obtener todo lo que se desea sin pensar en las consecuencias. De ahí que nos distingamos de ellos. No creo que sea conveniente dejarse llevar siempre por ellos en algunos aspectos.
Hablas de ser diferente como algo positivo e incluso de lo que estar orgulloso. Me parece bien. Sin embargo, muchas de esas mismas personas que dicen ser diferentes necesitan de la admiración o incluso de la desaprobación de los demás para sentirse mejor con uno mismo. Con lo cual las meto en el mismo saco que el resto del rebaño, porque al fin y al cabo buscan lo mismo que los demás, aprobación y atención de algún tipo...
Y me acabo de dar cuenta de que no he almorzado por estar aquí escribiéndote!! Lo deajamos aquí que no es poco! No se me quejará usted, eh??
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