viernes, 14 de enero de 2011

Y tú ¿qué estudias?

Es curioso como, de manera unánime, todos o casi todos muestran una muy similar reacción cuando...
- ¿Qué estudias?
- Filología Árabe.
Normalmente me contestan con...
- Uy, qué raro ¿no?
- Eso tiene que ser difícil.
- ¿Y cómo es que estudias eso?
Y, a veces, ni siquiera hace falta elegir una de las tres. Eso sí, la tercera es obligada.

Sin embargo, intento imaginarme una situación similar...
- ¿Qué estudias?
- Filología Hispánica.
- ¿Y cómo es que estudias eso?
...y no me acaba de parecer creíble.
Sí, sí que es difícil. Sí, es "raro", si raro significa inusual o diferente.

Sin embargo, a veces me pregunto por qué se nos piden razones "de peso" para estudiar árabe, pero no se le piden a los que estudian filología inglesa, hispánica, francesa o alemana. ¿Es realmente necesario tener mil buenas razones, más allá del mero "amor" hacia una lengua? Y ¿qué diferencias lingüísticas o culturales hacen a la gente creer que una lengua tiene más valor que otra?

Yo, sin embargo, estoy orgullosa de haber encontrado mi camino. De haber hecho algo diferente. De seguir mi instinto. De hacer lo que realmente quería. Y eso me convierte, en la sociedad en la que vivimos, en un "bicho raro".
Me da igual si lo soy. De hecho, es genial, porque ser "raro" significa ser "diferente".


raro, ra. (RAE)
(Del lat. rarus).
1. adj. Que se comporta de un modo inhabitual.
2. adj. Extraordinario, poco común o frecuente.
3. adj. Escaso en su clase o especie.
4. adj. Insigne, sobresaliente o excelente en su línea.
5. adj. Extravagante de genio o de comportamiento y propenso a singularizarse.