Mañana es sábado.
Y no sólo sábado, uno de mis días favoritos de la semana. Mañana, además, es mi día libre de dieta. Y es que las cosas, aunque sean pequeñas, se hacen grandes cuando te ves privado/a de ellas. Y todas esas comidas que nunca puedo saborear hacen fila en mi cabeza, mientras intento decidir qué almorzaré.
Lo cierto es que uso una talla 44. Hace un año o dos, usaba la 52... y esto ya es un logro.
He perdido 11 kilos con el endocrino y 4 más por mi cuenta, lo que hace un total de 15 kilos en ocho meses. Sin embargo, no cambia el hecho de que me siga encantando el chocolate, las tartas, los helados, las pizzas, las hamburguesas, las chucherías, las palomitas,... y, sin embargo, en una prueba de amor hacia mí misma, me privo de ellas, sabiendo que la recompensa será aún mayor que un placer pasajero.
Para quien quiera saberlo (aunque dudo que le importe a nadie más que a mí) tengo intención de desayunar donuts y para el almuerzo prepararé hamburguesas+patatas caseras ;) y, de postre, helado. Calculo que rebasarán las 2000 calorías sólo en el almuerzo, pero lo cierto es que tras tanto esfuerzo, merezco un premio.
1 comentario:
te lo mereces
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