Hoy llegó el día de sacudirme los recuerdos de la piel, de borrar fotos, conversaciones y listas de todo aquello que ya no tiene razón de ser, de estar, de permanecer. Hoy, a 20 minutos de acabar el día, he retomado una de las decisiones más difíciles (y sabias) de mi vida.
Hoy, cuando acabe el día, olvidaré esa cuenta de instagram, desmemorizaré ese número de teléfono y derramaré las últimas lágrimas que jamás lloraré por esta página de mi historia. Aquí, sin más pretextos, sin más esperas, sin más deseos de arrancarme las espinitas del alma que ahora forman parte de él.
Hoy, hoy... borra mi número, desmemoriza mi instagram e, incluso, la dirección de este blog, porque si aún queda algo de mí en ti (si acaso alguna vez lo hubo), te va a doler lo que ha de venir. O, quizás, lo que no habrá. Supongo que esto, a 8 minutos para que acabe el día, para que la página de nuestra historia arda en cenizas, es mi último gesto de preocupación por ti.
Cuídate, K, de parte de un C.
Cuídate, K, de parte de un C.
No hay comentarios:
Publicar un comentario