El mismo cielo sobre nosotros dos,
sobre los que fuimos -y que seguimos siendo,
aunque nos empeñemos en no querer verlo-.
El mismo sol nos alumbra a apenas algunos kilómetros
y olvidamos la suerte que tenemos
de haber vuelto a encontrarnos.
Aunque no fuera fortuito
ni casualidad
ni causalidad.
Aunque apenas te haya visto,
aunque habiéndote visto aún te eche de menos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario