A intervalos enciendo el aire acondicionado.
A intervalos, entremezclo la escritura de una pequeña historia
con la historia de la gran Fontana di Trevi.
A intervalos, pienso en ti.
A intervalos, recuerdo que a veces escribiendo
puedo olvidarme de todo lo que me rodea,
de lo que me hace daño, de lo que me agobia.
Pero siempre, siempre me pregunto...
¿qué pasa si un día me olvido de escribir?
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