No sé si es buen negocio especular sobre intenciones ajenas, al menos cuando uno no ve la cosa con claridad, por implicación personal en la cosa. Um. No, recuerdo que para mí a veces no ha sido un buen negocio. Um. También recuerdo que en otras ocasiones, sí ha sido necesario. Yo qué sé.
Más que necesario o innecesario, yo hablaría de evitable o inevitable, ya que en esos días en los que todo se tuerce, cuesta trabajo no pensar en el daño hecho en los demás o hacia uno mismo.
Eso sí, a mí me encanta darle vueltas a todo y crear hipótesis que luego, poco tienen que ver con la realidad.
3 comentarios:
No sé si es buen negocio especular sobre intenciones ajenas, al menos cuando uno no ve la cosa con claridad, por implicación personal en la cosa. Um. No, recuerdo que para mí a veces no ha sido un buen negocio. Um. También recuerdo que en otras ocasiones, sí ha sido necesario. Yo qué sé.
Más que necesario o innecesario, yo hablaría de evitable o inevitable, ya que en esos días en los que todo se tuerce, cuesta trabajo no pensar en el daño hecho en los demás o hacia uno mismo.
Eso sí, a mí me encanta darle vueltas a todo y crear hipótesis que luego, poco tienen que ver con la realidad.
Pues también. Igual lo de la libertad de elección no es sino desconocimiento de los mecanismos que somos.
La pregunta es si importa mucho.
No tiene nada que ver, pero acabo de escuchar esta presentación mutua en la calle:
- Yo soy Carmen.
- Yo también.
Y me ha hecho gracia.
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